martes, 24 de febrero de 2015

El juez Gabriel Ohanian procesó con prisión a los tres hinchas de Cerro detenidos

El juez Gabriel Ohanian procesó con prisión a los tres hinchas de Cerro detenidos por los incidentes en el partido con Peñarol del 24 de febrero, informaron a El País fuentes judiciales, haciendo lugar al pedido del fiscal Gustavo Zubía.

Zubía pidió al juez Gabriel Ohanian que les impute el delito de "atentado" a un hombre y una mujer que fueron plenamente identificados en las imágenes subidas a Youtube por los propios hinchas. Además, para el tercero, que fue quien filmó los incidentes y los subió con instigaciones a la violencia pidió "atentado y apología del delito".

Estos tres hinchas no son los mismos que declararon hoy ante el juez de Faltas y que habían sido detenidos el 14 de febrero luego del partido.

Estos fueron identificados por policías de Inteligencia en base a las imágenes tomadas en medio de los incidentes en el estadio Luis Tróccoli.

Más citaciones

Zubía pidió también que sea citado el presidente de Cerro y el encargado de seguridad del club para indagar otros episodios que surgieron en la investigación.

Ohanian hizo lugar y ambos dirigentes están citados para el día de hoy.

MARCHA A UN AÑO DE LA DESAPARICIÓN DE ANDRÉS PEREIRA



Se realiza una marcha reclamando por Andrés Pereira, el joven que desapareció hace un año del campamento del Nuevo Partido Comunista en Punta Espinillo. Su madre, Adriana Fernández, dijo a Montevideo Portal: “es como que mi hijo llegó a la entrada del campamento y se esfumó”.

Este martes se realiza una marcha reclamando por la aparición de Andrés Pereira, el joven de 16 años que desapareció el 14 de febrero de 2014 mientras participaba de un campamento del Nuevo Partido Comunista (NPC) en Punta Espinillo.
La marcha parte a las 18 horas desde la Plaza Liber Seregni, en dirección a Plaza Libertad.
Su madre, Adriana Fernández, dijo a Montevideo Portal: "A un año de la desaparición de Andrés no tenemos ninguna respuesta por parte de la Justicia ni de la Policía. En realidad va muy lento todo esto y no sabemos nada absolutamente. Queremos suponer que se está investigando".
"En realidad el único dato que tenemos es el que tiró el Nuevo Partido Comunista, que dicen que mi hijo robó en el campamento. No creo eso y hubo varias versiones sobre el tema. Primero que no tenía esas características y por la forma en que lo criamos, no tenía motivos para hacer eso. Además si pasaba eso, lo primero es hacer una denuncia ante la Policía", aseguró Fernández.
Según la madre de Andrés Pereira, el joven era muy sociable y querido por sus amigos del Cerro, con lo cual descarta cualquier posibilidad de enfrentamiento con vecinos de la zona. "Es como que mi hijo llegó a la entrada del campamento y que se hubiera esfumado allí mismo".

ASSE DENUNCIA QUE PRESOS FINGEN LOCURA PARA QUE LOS LLEVEN AL PSIQUIÁTRICO

El protocolo indica que, en estos casos, lo que se debe hacer es ingresar al lugar, rescatar al paciente agredido y trasladarlo a otro módulo. Seis guardias de seguridad (que son funcionarios del centro y que no van armados) y dos enfermeros atravesaron las tres rejas que los separaban del lugar del disturbio. Mientras se acercaban escuchaban los desgarradores pedidos de auxilio: "¡Ayúdenme, por favor; ayúdenme!".

Eran nueve contra uno. Pero cuando se acercaron a ellos para separarlos se dieron cuenta de que se trataba de una trampa, de una simulación. Los diez internos, con cortes punzantes en sus manos, amenazaron al personal, atravesaron las tres rejas que los separaban de la libertad y se fugaron.
Se marcharon por la puerta trasera, que no tenía guardia. Luego atravesaron las quintas en las que trabajan algunos internos, saltaron la reja y se perdieron en las calles. Todo a plena luz del día. El módulo 11 es el de los más peligrosos. En total, hasta el pasado domingo, había 36 pacientes en esta situación —el módulo 16 es el idéntico para mujeres y allí hay 14 internas más. El Vilardebó tiene un total de 330 pacientes, el 54% está internado por orden judicial.
Los fugados tienen entre 18 y 45 años. Sus antecedentes van desde rapiña y violencia privada, a homicidio y homicidio con agravantes. Y sus patologías se mueven entre trastornos graves de personalidad, cuadros psicóticos y bajo nivel intelectual con dificultad para el control de los impulsos.