Dicen de Feldman:"Me lo enviaron y lo publicó como llego".- Saque algunas cosas porque son muy graves, como para hacerme cargo "yo"
Hasta ahora es casi nada lo informado sobre las investigaciones realizadas y sus resultados se mantienen en la más estricta reserva. Muy pocos datos se pudieron obtener de las fuentes habituales.
Entre policías es frecuente que se refieran al caso Feldman como “topo rojo”, “pronto para actuar cuando las circunstancias lo requieran y reciban la orden para ello”.
Completamente descartada la hipótesis de la venta o tráfico de armas hacia países vecinos, ha quedado definitivamente probado que “estamos ante un caso de acopio de armas, de formación y ocultamiento de arsenales con otros fines……
Lo mismo debe decirse con respecto a las municiones, a las plantas de recarga de municiones, a las granadas, a las armas anti-tanques, a los explosivos, a la nitroglicerina y a la pólvora ya encontradas y otras que se están buscando.
Se supo que un alto funcionario que actuó en el caso fue integrante de la UJC (Unión de Juventudes Comunistas). La investigación apunta también a determinar responsabilidades de jerarcas actuantes, esclarecer las causas de las órdenes y contra-órdenes dadas, además de explicar la superposición de procedimientos y la voluntad de impedir que la información completa llegara a determinados servicios competentes en este tipo de delitos.
La primera orden del juez Díaz es que no se debe dar intervención al Ejercito, pero ante la negativa de los policías presentes de ingresar a retirar el material encontrado por miedo a una explosión, el Juez hace otra llamada y finalmente se le avisa a la Brigada de Explosivos. No se da participación a la DINACIE, organismo de inteligencia dependiente del MDN.
Apenas aparecen los primeros medios de prensa, el Juez Díaz realiza la conocida y cuestionada declaración: “no se tiene idea de lo que estamos enfrentando, pero descartamos móvil político”.
Mientras esto ocurría, Feldman, atrincherado en su casa en Shangrilá, mantiene un tiroteo con efectivos policiales que lo rodean. Hacia allá van Rivero, Castillo y el Juez Díaz. Apenas llega Díaz se le informa de la situación y de la disponibilidad del grupo GEO para concretar el asalto a la casa en forma inmediata.
Los oficiales del GEO le informaron al Juez de su intención de tirarle granadas de aturdimiento, durante la noche, para no dejarlo descansar y llevarlo al límite, lo que facilitaría la operación de asalto. El Juez Díaz no lo autorizó. Durante la noche, los policías que se encontraban en el perímetro más cercano, escucharon como Feldman movía muebles y observaron la salida de humo por quema de papeles. Inclusive, llegaron a escuchar a Feldman que hablaba por teléfono.
Los efectivos apostados en el lugar no dejaban de preguntar por qué no se cortaba el suministro de electricidad. También preguntaron -dado que Feldman seguía utilizando teléfono- por qué no se intentaba, al menos, utilizar la figura del “negociador” para ver si Feldman deponía su actitud y se entregaba.
Al momento de resistir y morir, Feldman vestía uniforme negro táctico, similar al del GEO, tenia puesta una máscara antigás, protección antibalas en las piernas y portaba una pistola 9mm, un 3.57 mágnum y una escopeta 12.
En la revista primaria de la finca, se encontraron cuatro cédulas de identidad con la verdadera foto de Feldman pero con falsos nombres (aparecieron restos quemados de otras cédulas y de pasaportes.-
Entre las armas halladas en la calle Elba, se encontraron muchas de origen policial, como los mencionados subfusiles HK MP 5, pistolas 9mm GLOCK, cascos negros, chalecos antibalas y uniformes tácticos.-
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